Tanto si eres una rata de gimnasio como un caminante ocasional, todo el mundo necesita un calzado que le quede bien. Tanto si tienes los pies estrechos o anchos, como si necesitas plantillas ortopédicas, es probable que tu talla de calzado varíe de una marca a otra. Afortunadamente, con los conocimientos adecuados y un poco de ayuda de los calcetines, puedes volver a tener unos zapatos que te queden bien. Sigue leyendo nuestra completa guía para encontrar zapatos cómodos que no te duelan después de quitártelos.
Elija el par de zapatos adecuado.
Antes de ponerte tus nuevos zapatos, vas a tener que ponerte a pensar. Tan importante como el ajuste de los zapatos es, es aún más crucial que elijas el par de zapatos adecuado para tus necesidades. Un par de zapatos inadecuado puede hacer que incluso la persona con mejor ajuste se sienta fatal. En primer lugar, echa un vistazo a tu vestuario actual. ¿Qué tienes ahora mismo que te gustaría tener un nuevo par de zapatos para combinar? Puede ser un par de botas, un par de mocasines o un par de zapatillas para correr. Si estás tratando de encontrar un zapato que pueda funcionar con un atuendo o una actividad en particular, esto será muy valioso. También puedes hacer un inventario de tu calzado actual. ¿Algunos de tus zapatos te quedan muy bien, pero no los usas porque no son el calzado adecuado para lo que estás haciendo? Si llevas siempre zapatos de vestir para trabajar, pero sólo llevas vaqueros los sábados, puede que sea el momento de cambiar las cosas.
Conoce tu talla y ancho de zapato.
Lo primero que tienes que hacer es encontrar tu talla de zapato. La mayoría de las zapaterías tienen alguna guía o tabla para ayudarte, o puedes preguntar a un vendedor. De paso, deberías averiguar también la anchura de tu pie. Si tienes los pies anchos, esto facilitará aún más la elección del zapato correcto. Por lo general, los zapatos para personas con pies anchos ofrecen anchuras amplias. Si tienes pies medios, puede que tengas que probarte varios zapatos diferentes para encontrar el adecuado. La anchura de tu pie también va a determinar la profundidad de tu plantilla. Lo normal es que la profundidad de la plantilla sea de 2 a 3 mm, y no necesitas más que eso. Si la profundidad de tu plantilla es de 5 mm o más, es posible que tengas unas plantillas ortopédicas que puedas retirar con seguridad y sustituir por otro par de plantillas.
Comprueba la altura del tacón.
Si caminas todo el día, la altura del tacón de tus zapatos va a ser uno de los factores más importantes para encontrar un buen ajuste. Aunque siempre lleves un par de zapatos diferentes, debes comprobar la altura del tacón. La altura del tacón va a afectar a la comodidad de tus zapatos, a la estabilidad de los mismos y a la facilidad con la que se ajustan a tu pie. La mejor manera de encontrar la altura correcta es caminar un poco y ver si puedes encontrar una altura de tacón que se sienta bien. Si no estás segura de lo que buscas, elige varias alturas de tacón diferentes y comprueba cuál es la que te hace sentir bien. Puede que sea la que te haga sentir más incómoda, o puede que sea la que te permita caminar cómodamente.
Asegúrate de que la puntera se ajusta bien.
Si la puntera está demasiado suelta, te dolerá mucho al caminar. Si la puntera está demasiado apretada, puede que sientas que los dedos se te van a caer al caminar. La mejor manera de encontrar el ajuste correcto es empezar a usar los zapatos y ver cómo se sienten. Es posible que sientas algo de dolor al principio, pero después de unas horas, deberías empezar a acostumbrarte a la sensación. Intenta cambiar de zapatos si no te sientes cómodo con ellos después de una hora. Si no mejoras, intenta quitarte los zapatos y volver a ponértelos. Esto puede darte la oportunidad de encontrar un nuevo par de zapatos que se ajuste mejor. Si compras por Internet, también puedes pedirle a la persona a la que vas a comprar los zapatos que inspeccione el ajuste de los mismos. De este modo, puedes asegurarte de que la persona está comprobando todos los lugares correctos.
No te olvides de la flexibilidad del pie.
Todos tenemos una flexibilidad diferente en los pies, y esto puede afectar a la comodidad de los zapatos. Si tienes los pies estrechos, un zapato demasiado ancho puede resultarte incómodo. Si tienes los tobillos flojos o débiles, un zapato demasiado ajustado puede ejercer demasiada presión sobre los huesos del tobillo. Puede que esto no sea un problema para todo el mundo, pero puede suponer una gran diferencia para las personas que se ven afectadas por ello. Para saber si tienes poca flexibilidad en los tobillos, ponte de pie con los pies separados a la anchura de los hombros y dobla ligeramente las rodillas. Si sientes dolor al hacer esto, es posible que quieras probar un zapato diferente.
Cuida tus zapatos nuevos.
Ahora que tienes tus zapatos nuevos, debes asegurarte de cuidarlos. Esto significa usarlos, desgastarlos y limpiarlos adecuadamente. Hay varias formas de usar los zapatos. La más fácil es llevar los zapatos dentro de la casa, salir hacia la puerta principal y volver a entrar. También hay quien dice que hay que llevar los zapatos dentro y luego sacarlos de nuevo para que se acostumbren. Depende de ti cómo quieras llevar los zapatos, pero lo más importante es llevarlos bien. Si te pones los zapatos, tienes que usarlos no solo en casa, sino también en el jardín. Si te pones los zapatos fuera y dentro, asegúrate de hacerlo al menos una vez al día. Si tienes los tobillos débiles o la flexibilidad de los pies, es posible que quieras usar los zapatos fuera y dentro más a menudo para ayudar a su adaptación.
Conclusión
Encontrar el par de zapatos adecuado puede ser frustrante, pero no tiene por qué serlo. Sigue estos consejos y podrás encontrar el par de zapatos adecuado para tus pies en poco tiempo. Recuerda que el ajuste es más importante que la marca y el modelo de tus zapatos.